Artur Mas consiguió cerrar este martes el acuerdo con Esquerra Republicana que le mantendrá al frente de la presidencia de la Generalitat. Lo hizo a base de aceptar algo que en principio no quería Convergència i Unió: ponerle fecha a la consulta de autodeterminación de Cataluña. El referéndum será en 2014, como quería ERC, y solo podrá retrasarse si lo acuerdan ambas partes. Con esta concreción, que ha costado tres semanas de negociaciones, CiU y los republicanos cerraron un pacto de gobierno por el que se emplazaron a dar estabilidad al Gobierno catalán al menos los próximos dos años. ERC ha hecho pesar su fuerza y ha impuesto a CiU la mayoría de sus demandas. El acuerdo de gobernabilidad de Cataluña estaba prácticamente cerrado desde el pasado miércoles, cuando Mas y Oriol Junqueras, como adelantó EL PAÍS, ya fijaron el horizonte de 2014 para hacer la consulta. Sin embargo, desacuerdos de última hora entre los dos socios de la federación Convergència i Unió impidieron formalizar el acuerdo. Sectores de CiU, y especialmente de Unió, no querían fijar una fecha porque entendían que podía presionar excesivamente el proceso de autodeterminación que reclaman para Cataluña. La fórmula pactada finalmente deja en manos de CiU y de ERC modificar la fecha de la consulta más adelante si ambos creen que es mejor hacerlo así.